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Buhoneros esperan acuerdos

Esquinas copadas con buhoneros y mercancía que obstruye el paso de los peatones, sin nada que se los impida(Foto Enio Perdomo)


Trabajadores tienen cursos en Fogade pero sin posibilidad de estrenar espacios para ejercer comercio

A pesar de que el Decreto 105-1 del 29 de enero del pasado año pone límites que tienen que ser respetados por los trabajadores informales del Municipio Libertador, eso se da en unas parroquias sí y en otras no. Tal vez dependiendo del jefe civil.

Hasta los dirigentes de los trabajadores informales se quejan de la "anarquía" de algunos de sus colegas. "Estamos vigilando todos los días, recordándoles que si bien tenemos el derecho de trabajo también tenemos el deber de respetar a los demás, mantener las vías libres", explicó Yolanda Wundheiler, dirigente del sector de los dulceros.

Los dirigentes advierten que son mejores las reuniones _se están dando desde comienzos de marzo_ por rubro que por parroquias pues de todas maneras tienen que cumplirse unas normativas que ya están establecidas. "Dulces, perros, chicha, jugos de naranja, lo que es comida en general vamos juntos a una reunión", acotó Wundheiler, "a las cachapas se les está dando un pequeño espacio, igual a las denominadas fritangas".

_¿Qué quieren los trabajadores informales que venden comida en la calle con el nuevo decreto municipal? _Queremos que en el nuevo decreto cada rubro tenga sus capítulos bien especificados. Por ejemplo, las medidas de los carritos de los dulceros es de 1,50 metros de ancho por 1 metro de profundidad y 2,20 metros máximo de alto _tomando en cuenta desde la rueda del carrito hasta el paraguas_. Bien especificado y en donde se diga que va uno por cuadra.
Los que tienen chucherías tiradas en tablas tienen dos opciones: que se ubiquen con una vitrina, si es que pueden ir en ese punto, porque es uno por cuadra, o que cambien de rubro.

_Pero ¿qué están haciendo las organizaciones para que no se dé la anarquía que se ve en algunos puntos de la ciudad? _Primero vamos a carnetizar, porque la organización sabe quién es quién, no la Alcaldía, y al pasarle la lista a las autoridades verificarán en los puntos en dónde se encuentran los puestos. Para que haya orden, pues toda esta anarquía se está saliendo de las manos, lamentablemente.

Se mantiene el tamaño del puesto _1,20 metros por 1,50 m_ tomando en cuenta el tamaño de la acera, pues puede ser más pequeño. Se tendrán dos rejillas laterales, no se puede colgar mercancía en los paraguas.

También se va a mantener los cinco metros de las esquinas y la medida es de dos metros y medio por cada cara. Las puertas de los bancos van a estar despejadas y las estaciones del metro se mantienen despejadas, eso ni se toca.
_¿Cómo se plantea el día de parada, pues anteriormente fue uno de los elementos más polémicos?
_La Alcaldía quiere imponer un día de parada para toda la economía informal. Los dulceros estamos pidiendo que no nos pongan día de parada porque la mercancía que ofrecemos es fabricación propia, y es producto perecedero, no podemos guardarlo porque se daña.

_¿Los trabajadores informales pagan impuestos? _El rubro de comida (dulces, perros, chicha y jugos) que tenemos carros con rueditas pagamos un impuesto que es el M3, cada tres meses pagamos los trimestres de vehículos. Más el impuesto del servicio sanitario que hay que pagarlo cada seis meses _45 mil bolívares en estampillas.

A esto hay que sumarle los certificados de salud que tienen que estar al día, el de manipulación de alimentos que se vence cada cinco años. Y estos impuestos no lo pagan los de mercancía seca.

Claro que también está el pago de los impuestos que al igual que el resto de los ciudadanos de este país tenemos que cancelar con el pago del servicio de luz, teléfono y el impuesto al valor agregado que está hasta en la carne roja y que nadie nos lo quita por ser economía informal.

_En enero les prometieron unos cursos de microeconomía, ¿se están dando?

_Sí, el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) nos está dando unos cursos en donde se abarca desde la formulación y evaluación del proyecto, cómo obtener un crédito, una contabilidad básica, hasta completar el proceso.

A lo largo del curso tenemos que preparar un proyecto real con el fin de aprobarlo y nos otorgan un crédito para llevarlo adelante. Es lo más positivo que hemos obtenido pues nos enseña a salir de la calle.

pdiaz@eluniversal.com