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Los trabajadores informales que se encuentran en los alrededores del edificio de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en La Campiña aceptaron la oferta de reubicación ofrecida por las autoridades del municipio Libertador y los representantes de la empresa petrolera. A su vez fueron advertidos de que aquellos que no tengan permiso serán desalojados.

"No se puede permitir que continúe la anarquía y que estén en la calle toldos de 5 por 5 metros en donde se vende comida sin ningún permiso; también se debe tomar en cuenta que los vecinos necesitan sus espacios libres, seguridad y el ambiente limpio", indicó Mireya Silva, directora de la Contraloría Social de la Alcaldía Libertador.

La representante del municipio Libertador advirtió que "sin atropellar a nadie se logró la comprensión tanto de los trabajadores informales como de los vecinos" y aclaró que en los espacios recuperados no se va a permitir que se coloque más nadie, tanto en La Campiña como en la avenida Lecuna, que fue reabierta después de cinco años de cierre".

Por otra parte, las zonas circundantes de los edificios de Pdvsa van a ser declaradas de seguridad y, por ende, los vendedores ambulantes que se encuentran en La Campiña serán reubicados.

A su vez será modificado el flechado de las calles y avenidas de esta urbanización.

En los proyectos de reubicación y mejoras del ambiente de los alrededores de la sede de Pdvsa trabajan conjuntamente los miembros de la Asociación de Vecinos de La Campiña, el Departamento de Desarrollo Urbano de la empresa petrolera y la Alcaldía de Libertador.

Por su parte, Yolanda Wundheiler _representante de los trabajadores informales_, advirtió que es importante que el Gobierno Central tenga una política para enfrentar el desempleo, pues de lo contrario la cantidad de buhoneros seguirá en aumento día tras día y "los cuatro centros comerciales que vienen ofreciendo desde hace dos años serán insuficientes para la reubicación de la gente que tiene tomada la calle".

Igualmente insistió en la importancia de la ayuda en cuanto a la preparación de los informales a la hora de ser reubicados en un centro comercial, pues "les va a cambiar el estatus y van a tener que aprender a llevar un libro de contabilidad", explicó la dirigente, "hacer un estudio de mercadeo para saber qué mercancía ofrecer a la clientela, ya que de lo contrario el fracaso es inminente".

A su vez, Wundheiler insistió en la importancia de los trabajos en conjunto que han venido realizando con el municipio Libertador para darle otra cara a las calles.