Sunday, December 11, 2005

 

TESTIMONIOS/ A través de Internet una familia ata los hilos de su pasado Wundheiler completó su mosaico



EL UNIVERSAL 11 DE DICIEMBRE DE 2005

Los horrores de la guerra han marcado los desamores que muchos llevan a cuestas
PILAR DIAZ

EL UNIVERSAL Yolanda Wundheiler es una dirigente de los trabajadores informales que se encargan de vender dulcería criolla. La conocen tanto los compañeros que comparten la calle como los dirigentes municipales que han tenido que sentarse a la mesa de diálogo para acordar mejores condiciones de trabajo y los tan esperados centros comerciales.

Su apellido no es nada común, pero en Venezuela los apellidos extranjeros _alemanes, polacos, italianos, españoles, portugueses_ son parte de lo cotidiano como componente de la inmigración y muchos con un pasado de amor y dolor que bien podría servir para hacer una película.

Y al igual que en un cuento podríamos empezar diciendo: Un día en la redacción de El Universal se recibió un correo electrónico a nombre de Frank Wundheiler pidiendo que le facilitaran la dirección de Yolanda porque creía que era su familia. No fue mayor sorpresa. Se pensó que alguien con un apellido tan raro _alemán_ quería saber si había algún vínculo.

La sorpresa fue para Yolanda Wundheiler. Ese era el apellido de su papá al que no había conocido pues se habían separado hace más de 40 años. Ella apenas tenía un año.

"Me quedé sin saber qué hacer. La copia del correo electrónico que me dieron la leí una y otra vez; a los pocos días recibí una llamada al teléfono celular y era un hombre que decía que era mi hermano, que quería comunicarse conmigo y conocernos, además me dijo que tenía otro hermano y una sobrina. Me emocionó mucho porque su voz era muy cálida y me hizo sentir bien".

Atando lazos por Internet Para los hermanos Wundheiler conseguir a Yolanda fue como el intento por completar el mosaico familiar que cada quien va elaborando a lo largo de su vida, "con hechos y acontecimientos de la vida, con colores y texturas" como dicen en una de los últimos e-mails recibidos.

Esa necesidad por parte de los hermanos Frank y Mark fue parte de la búsqueda por conocer sus raíces, su religión, sus antepasados. Fue a través de Internet que lograron conocer más de los tíos que tienen en Estados Unidos y también saber de Giora, el gran amigo de su padre que vive en Israel.

Conociendo a papá "La historia de mis padres la conozco por las cartas que me mandan mis hermanos. Mi madre siempre mantuvo silencio sobre el motivo de la separación de ellos, y a estas alturas no la voy a molestar haciendo que remueva todos sus recuerdos. Ellos tendrían sus razones para alejarse el uno del otro".

A través de los e-mails Yolanda supo que su padre nació en 1932 en Varsovia, que fue el hijo único de Rafal e Irene, una familia judía de profesionales: el padre de Frank fue abogado, un tío (Boris) ingeniero y el otro (Alex) matemático y filósofo; su madre (Irene) fue secretaria.
La atmósfera de paz y desarrollo económico familiar se truncó con la guerra, los tíos emigraron a mitad de los años veinte para Estados Unidos pero el papá de Yolanda _Frank_, junto con sus padres tuvieron que enfrentarse al terror del nazismo.

"Mi padre fue sacado del gueto por mi abuelo (era apenas un niño) y entregado a una señora de nombre Lola _niñera que trabajó con ellos antes de la guerra_ ella lo cuidó hasta el final de la guerra a pesar de que mi abuelo no pudo darle mucho dinero para mantenerlo. Pero además esta mujer _sin importarle el acoso de la SS_ escondió a Giora, un gran amigo de mi padre, que mis hermanos lograron contactar con él y conocerlo en un viaje que hicieron a Jerusalén".

Irene _la abuela de Yolanda_ logró sobrevivir lanzándose de un tren que la transportaba para el campo de concentración Treblinka y esconderse en una zona campesina, donde recibió ayuda. Pero el abuelo no tuvo esa suerte. "Hay dos versiones, una que se mató con la famosa cápsula de cianuro y otra que fue asesinado en el gueto".

Al final de la guerra Irene logra dar con su hijo Frank en Varsovia en casa de su protectora y junto con otros familiares y amigos emigran para Brasil.

Frank sale de Brasil, siendo todavía muy joven, para Estados Unidos y se alista al Ejército norteamericano. De esa manera estará nuevamente en Alemania pero con las tropas de ocupación; "en uno de esos viajes que hizo por Europa conoció a mi mamá en España", cuenta Yolanda, "y se casaron allá, eso fue en 1957 y tenían 25 años tanto el uno como el otro. Yo nací en Brasil al año siguiente y en 1962 se separaron. Después mi madre recorre Argentina, España y terminamos aquí en Venezuela".

Pero a pesar de la separación su padre _Frank_ intentó contactar con su hija. Sus hermanos dan cuenta a través de sus cartas. "Ellos me dijeron que papá viajó a mediados de 1970 para España y contactó con algunos parientes de mi mamá, pero nunca supo que estábamos aquí en Venezuela. Por desgracia en 1985 papá murió _apenas de 53 años_ y no logramos conocernos".
En enero Frank y Mark vendrán a Venezuela a conocer a su hermana y a fortalecer los lazos familiares que intentó hacer Frank Wundheiler.

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